Y II, adv. ant. y arag., ‘allí’, puede proceder del lat. էBզ íd. (de donde viene la variante vi, y la antigua ive), pero también podría venir del lat. HզC ‘aquí’, según muestra el cat. ant. hic ‘allí’ y ‘aquí’; es probable que en el adverbio y del castellano antiguo, como en el que todavía está en uso en fr., oc. y cat., se confundiesen estas dos palabras latinas.
1.ª doc.: doc. de 1074 (Oelschl.); Cid, etc.
En Aragón fué mucho más tenaz, y no sólo siguió allí vivísimo hasta fines de la Edad Media, sino que hoy conserva todo su vigor, con la misma extensión que en catalán, en los valles más conservadores del Alto Aragón, y aun fuera de allí sobrevive en ciertos casos en el cast. regional del Bajo Aragón. Es curiosa la variante ide, creada por analogía del duplicado fonético en = ende que Hanssen (Espicilegio Gram., pp. 5-6) señaló en el Libro de Marco Polo (ed. Knust, pp. 55, 60, 112) y en las Ordinaciones de Zaragoza de 1414 (pp. 357, 365, 375, 377, 380).
El problema etimológico debe plantearse conjuntamente con el referente al origen del fr. y, oc. i, cat. hi. Teniendo en cuenta que exactamente con el mismo valor que la partícula de estos idiomas emplea el italiano vi (o en forma más plena ivi), el problema se ha resuelto muchas veces en el sentido de que en todas partes se trata del lat. էBզ (con է > i por metafonía): así Diez (Wb., 185), Gamillscheg (EWFS), Nobiling (ASNSL CXXVI, 427), etc. No es cierto que se trate del mismo caso que ti TIBI y sí SIBI (que debieron amoldarse fonéticamente a mí MIHI), ni del cast. ant. o, port. ant. u UBI, pues ahí la -B- se pierde normalmente tras vocal labial. Sin enbargo la reducción extraordinaria de IBI a y es comprensible tratándose de una partícula con frecuencia átona, y así pronunciada débilmente (comp. además DORMզVզ > dormí). De la supevivencia de IBI en castellano hay pruebas indudables, como las hay en el francés preliterario (iv en los Juramentos de Estrasburgo): la variante yve se encuentra en la Crón. Gral. de España del navarro García de Eugui (fin S. XIV), sea con el valor de ‘allá’ (p. 40), sea como sustituto pronominal (dióles yve ‘diólo a ellos’, pp. 92, 273, en forma análoga a lo que ocurre en cat.)2, y hoy sigue empleándose vi en varios valles del Alto Aragón (no vi ’stá ‘no está’ = cat. no hi és). Por otra parte esto no prueba que HզC no pudiera también subsistir y confundirse fonéticamente con IBI, que es lo que admiten M-L. (REW 4129), Bloch y Wartburg (FEW IV, 423, y en Bloch, 2.ª ed.).
En contra de esto no puede alegarse el significado de y, igual al de IBI, pero no bien al de HզC, i pues estos adverbios y partículas cambian fácilmente de significado, y es un hecho el de que cambiaron muchas veces en el milenio que separa la aparición de las lenguas literarias romances del momento en que ocurrió el divorcio definitivo entre el latín vulgar y el latín escrito: aquí en cast. vale lo que en latín hic, pero en catalán tiene el valor de istic (‘ahí’) y en lengua de Oc el de illic; el gasc. acieu vale ‘aquí’ aunque proceda de ECCE IBI; en italiano qui y quivi significan igualmente ‘aquí’ aunque éste contiene IBI y aquél HIC, y así sucesivamente. Tampoco cabe decir que no se comprendería el divorcio semántico entre aquí ECCUM HIC y el cast. ant. y si éste viene de HIC, pues la partícula enfática ECCUM, al determinar un diferente uso sintáctico y estilístico, puede causar a la larga un cambio de significado: así el aranès y en general el gascón opone aquieu ‘allí’ (de ECCUM IBI) a acieu ‘aquí’ (de ECCE IBI). De hecho tenemos una prueba irrebatible de que HզC pudo tomar el sentido de ‘allí’, en el cat. ant. hic (que más bien parece representar HզQUE, forma prolongada o enfática de HզC, comp. HOQUE ANNO > it. uguanno, cat. enguany ‘este año’). Este cat. hic conservaba a veces el sentido etimológico de ‘aquí’ («que sirvam a nostre Senyor de ço per què hic som venguts, e que·l seu nom hic sia sanctificat per tostemps» dice Jaime I, 111.15, hablando en uno de los lugares que reconquistó)3, pero otras veces toma el valor de ‘allí’ funcionando como un mero equivalente de hi, aunque algo más enfático: «yo no trop... que la companya que en Romania ha tant durat de Cathalans, que per als hich haja tant durat com per dues coses...» Muntaner (ed. Bofarull 5.24), «si vós no yc fóssets» (Jaime I, 39.6); y otras veces vale lo que el lat. inde ‘de allí’: «dix a Curial que, mentre ella dormiria un poch, scrivís, car tantost hich volia partir» Curial (N. Cl. II, 106), «aquel qui era ser[f] s’igu · és ixit e és fuyt» Vidas de Santos del S. XIII (fº 50, AILC III, V. allí el glosario). También es de notar que la forma gue (pron. ge), empleada en el gascón del Lavedán con el valor del fr. y (VRom. II, 461; BhZRPh. LXXXV, § 432), procede sin duda de HզQUE. En conclusión, pues, puede mirarse como bastante seguro que HIC sobrevivió en iberorromance, y que en el cat. hi, cast. ant. y port. ant. y, vinieron a confundirse los descendientes de HI y de IBI. acrítico>
CPT.
Di ant. ‘de allí’; desí ant. ‘desde allí’, ‘después’, para cuyo empleo vid. M. P., Cid, 370.17-23, 623.
1 «Don Juan Alfonso otro sy, / de Albuquerque señor, / e rricos omnes ivan ý / e concejos de valor» 1319c, «Algesira cercaron... / e la ganancia que de ý levaron» 2025.― ↩
2 Vid. Hanssen, Espicilegio Gramatical (tir. ap. de AUCh., 1911), pp. 4-5.― ↩
3 Ejs. análogos en Bernat Metge (Valter e Griselda, N. Cl., 35.17, 35.19), La Filla del Rei d’Hongria (N. Cl. XLVIII, 32), La Fi del Comte d’Urgell (N. Cl., 68). ↩